Uxue Sarriegi, técnica de la Cooperativa Agrícola Lurgintza de Gipuzkoa (País Vasco, España), lleva varios años trabajando como asesora dentro del programa de gestión técnico-económica para los ganaderos de oveja lechera de raza Latxa. En este testimonio, aportará su punto de vista sobre la situación del sector, la percepción de los aspectos relacionados con la sostenibilidad y el papel desempeñado por el proyecto LIFE GREEN SHEEP.
¿En qué consiste su trabajo diario como asesores técnicos de explotaciones ganaderas?
Nuestro trabajo consiste en acompañar a los ganaderos en la gestión integral de sus explotaciones. Analizamos tanto los aspectos técnicos (producción, alimentación, reproducción, bienestar animal) como los económicos (costes, márgenes y rentabilidad). También realizamos visitas periódicas, recogemos datos y elaboramos informes para ayudarles a tomar decisiones o simplemente para hacer seguimiento. Resumiendo, nos ocupamos de que las explotaciones sean más eficientes, sostenibles y rentables.
¿Cómo valoraría la gestión técnica y económica actual del sector?
Cada vez hay más ganaderos que entienden que llevar un control técnico y económico detallado no es un gasto, sino una inversión. Sin embargo, todavía hay margen de mejora: no todas las explotaciones registran correctamente sus datos de producción, ventas, etc., y esto es clave para tomar decisiones ligadas a la rentabilidad y la sostenibilidad.
En relación con la sostenibilidad, ¿qué percepciones observa entre los ganaderos?
Creo que la sostenibilidad no es solo una cuestión ambiental, sino también económica y social. Lo bueno es que cada vez más ganaderos lo están entendiendo así. Tienen que entender que reducir el consumo de energía, mejorar el bienestar animal o aprovechar mejor los pastos repercute directamente en la sostenibilidad de la explotación.
¿Y cómo se perciben cuestiones como la huella de carbono y el cambio climático en el día a día de las explotaciones?
Son temas que aún generan cierta distancia, porque muchos ganaderos sienten que son conceptos abstractos. Pero cuando se les explica con ejemplos concretos (por ejemplo, cómo mejorar la eficiencia de los pastos reduce las emisiones de metano y también el gasto), la percepción cambia. Creo que la clave está en traducir esos conceptos en medidas prácticas y cuantificables dentro de cada explotación. Por otro lado, también es verdad que muchos ganaderos sienten que la sociedad los culpa directamente de ser los responsables del cambio climático, etc. Esa sensación de estar constantemente en el punto de mira genera frustración y hace falta que como consumidores reconozcamos el papel de la ganadería en la sostenibilidad.
¿Qué puede aportar el proyecto Life Green Sheep?
Este tipo de proyectos europeos ayudan a poner en valor el trabajo que ya se está haciendo a nivel regional y transferir conocimientos entre socios europeos, aportando innovación, formación y recursos para poder medir el impacto ambiental y la huella de carbono de cada explotación. Permiten que los ganaderos vean casos prácticos, que comparen resultados y que se animen a aplicar medidas de mejora.
¿Qué retos cree que quedan en materia de sostenibilidad dentro del sector agroganadero?
El principal reto es conseguir que la sostenibilidad sea rentable. No podemos pedir a los ganaderos que hagan cambios si eso no les garantiza estabilidad económica. Por eso necesitamos políticas coherentes, apoyo técnico y formación continua. También hace falta una mayor comunicación con la sociedad: los consumidores tienen que entender el esfuerzo que hay detrás de una producción sostenible.
Por último, ¿le gustaría añadir algo más?
Que la sostenibilidad, con sus tres ejes (ambiental, económico, social), es el futuro del sector. Cada acción cuenta: mejorar la eficiencia, cuidar el suelo, reducir los residuos, valorizar los subproductos o invertir en energías renovables, todo suma, y que no están solos: hay técnicos, proyectos como Life Green Sheep y muchas herramientas que pueden ayudarles a avanzar en ese camino.

