Aragón es una región en España, con gran tradición en la producción ovina de carne, donde los aproximadamente 2.200 rebaños, cuyo tamaño medio ronda las 600 cabezas, son manejados en régimen semi extensivo. (Análisis de la ganadería Extensiva. Gobierno de Aragón. 2023) dándose una disminución del 8% en los últimos años. Los ganados mayoritariamente de razas locales (Rasa Aragonesa, Roya Bilbilitana, Maellana, Cartera, Ojinegra, Churra Tensina y Ansotana) son gestionados en el ámbito familiar y producen un cordero semi ligero de unos 25 kg PV que se comercializa y consume en parte, bajo la IGP Ternasco de Aragón.
La ocupación de los titulares en la ganadería es del 90% en relación con el total de su ocupación agraria, lo cual explica su gran profesionalidad (mayor al 50%), aunque la renta media agraria de estas explotaciones se sitúa por debajo de la renta de referencia en más del 80% de las explotaciones que dedican más de 2/3 de las ayudas recibidas, a cubrir los costes de los sistemas de producción.
Situada al noroeste de España, esta comunidad autónoma, cuenta con una gran extensión (47.719 km 2) que comprende áreas geo-climáticas muy diversas; desde la depresión central del Valle del Ebro, con escasa pluviometría (350 cc/m2) y actividad económica principalmente agroindustrial, a las zonas de montaña del Pirineo y de la Cordillera Ibérica y la provincia de Teruel de extensas llanuras con clima continental y vocación agroganadera y turística.
En su mayoría los productores de ovino alimentan sus ganados con la producción de las hectáreas propias de secano o regadío complementadas de forma importante, con el pastoreo de grandes superficies de rastrojos de cereales o leguminosas y el arrendamiento de pastos permanentes: eriales, montes y puertos. En este sentido se producen grandes diferencias en cuanto al aprovechamiento de pastos siendo la media de superficie destinada a rastrojos de 75.5 Has /explotación llegando a 200 has en alguna comarca.
La comercialización del cordero desde la explotación se produce en un porcentaje similar tanto a través de cooperativas de ganaderos, como de forma individual por granja y la carne se vende sobre todo en pequeños comercios o carnicerías y en grandes cadenas de super e hipermercados. Existe gran tradición de consumo en esta comunidad autónoma, aunque el consumo nacional ha caído desde los más de 4.5 kg/per cápita al principio de este siglo al 1.5 kg de los últimos años, manteniéndose Aragón sin embargo, como una región de las mayores consumidoras de España actualmente.
Esta situación y la baja densidad de población de todo el territorio aragonés a excepción de la capital (Zaragoza) y una docena de pueblos de 15-20.000 habitantes, ha contribuido a que los censos de ovino disminuyan desde los 2.5M de cabezas de principio de siglo al escaso millón de la actualidad. La dependencia de la figura del pastor cada vez más difícil de encontrar, la dureza del trabajo y falta de reputación dentro y fuera del sector está poniendo en peligro su continuidad. Otros factores son la dependencia económica de las subvenciones de la PAC, que durante muchos años han estado vinculadas a la superficie de las tierras y no al número de cabezas de ganado (lo que significa que los propietarios de las tierras obtienen esas subvenciones, pero no necesariamente los propietarios de los rebaños), así como la falta de capital y de espíritu empresarial suficiente.  Cooperativa OVIARAGÓN Oviaragón SCL, cooperativa de comercialización de cordero, servicios técnicos y suministros, fundada en 1981 y cuya misión es mejorar la rentabilidad de las ganaderías y su calidad de vida, trabaja en todas las áreas de mejora para frenar esta tendencia de disminución de censos de ovino y falta de relevo generacional.
Desde su fundación y gracias a la innovación ha ido desarrollando servicios como la clasificación y cebo de corderos en centros de tipificación, la fabricación de mezclas unifeed para madres y fórmulas específicas para corderos, o la venta de cortes de carne en bandejas, referencias nuevas de productos preparados, enlatados o fáciles y atractivos para los nuevos consumidores. De la mano de diferentes centros tecnológicos y Universidades ha trabajado en áreas como la reproducción y genética, la sanidad, la salud o el bien estar animal. A través de la monitorización de sus explotaciones a través de un sistema de registro de datos técnico-económicos, ha generado una herramienta de control y toma de decisiones para los ganaderos y la cooperativa.
La calidad del producto y del servicio es una máxima de la empresa, así como el crecimiento sostenible que le ha llevado a recibir numerosos premios de reconocimiento al desarrollo empresarial, la responsabilidad social, la calidad o la innovación y el emprendimiento.
En la actualidad trabaja para impulsar el relevo generacional de un modelo de producción moderno, tecnificado que continue proveyendo al consumidor de un producto de gran tradición y calidad.  

 

Oviaragón en el Proyecto Life GREEN SHEEP
Oviaragón, socio del proyecto, trabaja en 41 explotaciones repartidas por toda la región tanto demostrativas como innovadoras. Tras la primera fase de recogida de datos productivos, económicos y socio ambientales, se ha calculado el impacto de la ganadería en términos de huella de carbono identificando el origen de las emisiones que proceden en un 68% de la fermentación ruminal. A partir de ahí, se han identificado aquellas buenas prácticas que a la vez que mitigan el impacto ambiental y las emisiones de metano, mejoran la rentabilidad de las explotaciones.
Entre las más eficientes para el ovino de carne, están las acciones relacionadas con el incremento de productividad de las explotaciones a través de la reducción de ineficiencias. En este sentido la mejora de la fertilidad atendiendo al intervalo entre partos, a la preparación e incorporación temprana de las borregas a cubrición y la atención de la salud y bienestar de los machos, son fundamentales. A su vez, la mejora en prolificidad se puede realizar con la incorporación de animales de las propias razas portadores de genes mayores (ROA) y que permiten pasar de la media a la que está la Raza Rasa en 1.3 al 1.6-1.7 corderos por parto, siendo una práctica rentable a nivel económico y sostenible ambientalmente.
En otra línea de trabajo se sitúan las medidas relacionadas con la búsqueda de una mayor autonomía alimentaria, posible en cierta medida a través del cultivo de variedades de cereal para aprovechamiento a diente como ocurre con el centeno o el triticale o el cultivo de leguminosas plurianuales que reduce el consumo de semillas, fertilizantes, abonos y trabajo frente a cultivos anuales, además de enriquecer el suelo. La formación y mejora en la recogida y conservación de forrajes para aumentar el rendimiento y calidad, así como el acompañamiento en la implementación de parcelas en pastoreo regenerativo, están siendo puestas en práctica y se valorará su eficiencia.
El tercer bloque de medidas más innovador, hacer referencia a la incorporación de aditivos anti metanogénicos en las dietas, así como su reformulación con otros productos que aumentan el aprovechamiento de la fibra, la proteína y la energía, reduciendo su eliminación a través de la orina o heces.